sábado, 17 de enero de 2015

Sesiones de juego. Tarde con ¡Queremos Jugar!

No son muchas las ocasiones en las que dispongo del suficiente tiempo como para quedar con un grupo de amigos y poder echar una tarde dedicada a jugar.















El pasado viernes fue uno de esos días y pude reunirme con los compañeros de la asociación ¡Queremos Jugar!. Hace poco que un compañero, Fernando, sugirió montar un grupo de dungeon crawler y similares y parece que empieza a cujar. Tal es así que nos pusimos de acuerdo para vernos y empezar a probar y jugar a todo lo que pase por nuestras manos. 

En la siguiente crónica podréis leer algo sobre Arcadia Quest y sobre un prototipo llamado Mazes of Doom.




El estreno lo quisimos hacer con Arcadia Quest, una de las últimas novedades, que nos vino de la mano de Fernando. Luego, dependiendo del tiempo que tuviésemos, llevábamos varias opciones para elegir.

El lugar de reunión fue el local de otro compañero, Álamo, al que hay que agradecer que lo haya puesto a disposición del resto de compañeros. Éste es el aspecto que tenía en un momento de la tarde.



Cuando yo llegué el juego ya estaba montado (esto siempre es de agradecer). Tras los pertinentes saludos a todos los amigos que allí estaban y la magnífica explicación de las reglas de Fernando, nos dispusimos a empezar. Éramos Fernando, Camy, Cipri y un servidor, Luis.

Arcadia Quest

En este juego nos ponemos al frente de un gremio de tres aventureros que pretende liberar a la ciudad de Arcadia del malvado dominio del Señor de los Vampiros, que ha liberado a sus esbirros por la ciudad y la mantiene bajo su yugo. El juego está pensado para jugarlo en modo campaña, pero las aventuras también se pueden jugar individualmente.

Como en todo juego de mazmorreo que se precie los aventureros tienen unas habilidades especiales y un equipo inicial que tendrá que repartir entre ellos pero que podrán intercambiarse cuando decidan descansar, una de las acciones que pueden hacer en su turno. Este era mi gremio inicial...lucen bien, ¿no?.


Cada aventura tiene unos objetivos, llamados gestas, de los cuales hay que conseguir tres para que acabe la partida. Estos objetivos siempre incluyen derrotar a algún aventurero de otro gremio (que nadie piensa que es un dungeon cooperativo, todo lo más reza, porque te dejen en paz). También es importantísimo conseguir dinero durante la misión, lo cual es posible cuando se derrota a un miembro de otro gremio, a un monstruo enemigo o encontrando tesoros, fundamentalmente.

Durante tu turno puedes hacer dos cosas, en el orden que prefieras, movimiento y ataque. Éste segundo no tiene mucho que comentar: elegir arma (cuerpo a cuerpo o a distancia) y tirar dados de ataque y defensa aplicando modificadores por objetos o habilidades. En la fase de movimiento puedes gastar tres puntos de acción en desplazarte, abrir o cerrar puertas o teletransportarte usando vórtices. La verdad es que las reglas son bastante sencillas, incluyendo cosas tan típicas de este tipo de juegos como la línea de visión, la adyacencia, etc. La verdadera gracia del juego es que solo puedes activar a uno de tus aventureros en cada turno, el que tú quieras y tienes que elegir sabiamente y previendo lo que pueden hacer los demás jugadores. No es un simple tiradados ni mucho menos. Aquí tenéis un momento de la partida.


En cuanto a los componentes, son de una calidad superior, losetas, dados, fichas, cartas y sobre todos las miniaturas. Para muestra un botón.


Los enemigos son controlados por una IA bastante buena. No se desplazan por el tablero ni reaccionan a menos que un aventurero pase por al lado o le ataque y hay que tener mucho cuidado con esto porque te puedes ver rodeado y recibir palos hasta en el cielo de la boca.

Cuando termina la misión es la hora de repartir beneficios y maldiciones. Los primeros se compran con el dinero conseguido y las segundas son penalizaciones y mermas que sufrirá tu aventurero en futuras misiones y que se reciben en función de las veces que hayas muerto en una aventura.

Me pareció muy buen juego, muy inmersivo, muy vistoso  y con más profundidad de lo que parece. La interacción con los demás jugadores es necesaria ya sea por cumplir la gesta de derrotarlo o por lo que te puede fastidiar abriendo o cerrando una puerta, dejándote al descubierto o arrebatándote un objetivo que estabas a punto de conseguir. Los momentos de "tus muelas todas..." o "esto no me lo esperaba de ti..." no faltarán.

Por ponerle una mínima pega pienso que el juego desmerece un poco si se juega una aventura solitaria. Donde debe brillar es en el modo campaña. Está claro que hay que volver a jugarlo.

Mazes of Doom (prototipo)

Unos compañeros trajeron este pequeño juego de "mazmorreo en cinco minutos" según sus propias palabras. Hasta seis jugadores permite y seis fuimos, entre los que destacaré a Julián Roas (@Quatermain), autor de Sdydice, juego brillante que esperamos que vea la luz muy prontito, el cual aportó alguna que otra idea.


Sencillo juego en el que todo se resuelve a base de tirar un dado especial para cada cosa: encuentro, tipo de monstruo, búsqueda y ataque y en el que el tablero se va formando al ir añadiendo nuevas losetas exploradas.


Fue una partida muy divertida y con el aroma de los clásicos dungeons. Como prototipo que es aún tiene cositas que pulir, pero la idea no está mal: Un dungeon crawler de bolsillo que permite jugar una emocionante aventura en cualquier momento y en cualquier lugar. 

Según parece también hay pensado un modo campaña, que puede ser muy interesante. A ver como sigue evolucionando, estaremos pendiente.

Pues no hubo tiempo para mucho más, y es que entre la buena compañía y los buenos juegos se te va el tiempo, que pena. 

En el tintero se quedaron algunos de los que ya daremos buena cuenta, como el Dark, Darker, Darkest y el Super Fantasy. ¡Ya caerán!.

Seguid jugando.

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