viernes, 24 de abril de 2015

Forbidden Stars. Nuevo avance.


El nuevo juego ambientado en el universo Warhammer 40000 empieza a tener muy buena pinta, aunque apunta a ser un juego para cuatro y que flojee para menos jugadores. Habrá que ver.

De momento nos hablan del comienzo de la partida y de las primeras cosas que se pueden hacer antes de que empiecen las hostilidades.

También nos mencionan como poder utilizar las tormentas de disformidad, un elemento bastante interesante que puede dar mucho juego.

Os dejo la noticia original traducida.


Nunca ha estado en la naturaleza del hombre compartir sus mundos con los extraterrestres y el derramamiento de sangre siempre ha formado parte de la fundación del Imperio. A veces, los humanos y los extraterrestres se han visto forzados a luchar por planetas inhabitados o recursos vitales, en otras ocasiones, los humanos deben luchar con el más peligroso de los tipos de xenos, cuyo único objetivo es erradicar a la humanidad donde sea que sus pasos le lleven.
-Warhammer 40000


Durante incontables siglos el cúmulo Herakon ha sido inalcanzable. Asediado por tormentas de disformidad, sus legendarios recursos naturales, ancestrales artefactos y crecientes poblaciones se convirtieron en parte del mito, tesoros soñados por hombres y xenos por igual. Ahora, al final, las tormentas de disformidad se han calmado lo suficiente para permitir viajar al cúmulo Herakon. Ejércitos de Eldar, Orcos, Caos y del Imperio están invadiendo el sector, ocupando todos los planetas que pueden.

En Forbidden Stars, estas facciones luchan para subyugar a sus rivales y cosechar las legendarias riquezas del cúmulo Herakon, tiñendo el sector de rojo con las llamas de la guerra y la sangre recién vertida en el proceso. De dos a cuatro jugadores comandan cada uno una facción desde la ocupación inicial del sector hasta la final y brutal batalla por la supremacía. El avance de hoy te lleva desde el momento en que el cúmulo Herakon se inaugura a través del final de la primera ronda y se revela como puedes comenzar a ejecutar tus estrategias incluso antes de que emitas las primeras órdenes.





Creando el cúmulo Herakon

Tú y tus oponentes creáis juntos y ocupáis el cúmulo Herakon desde doce losetas iniciales de sistema exclusivas y de doble cara. Por turnos, colocas un sistema inicial, decides si estacionar cualquier unidad en su planeta o las naves en su vacío y colocar dos de los objetivos de tus oponentes en el sistema, hasta que todo el sector esté formado.

Oportunidades estratégicas abundan en este proceso. Podrías colocar tu sistema propio en una aislada y defendible esquina para afianzar la seguridad mientras desarrollas tu poder militar, o más cerca del centro del sector, de forma que todos tus objetivos estén al alcance. Podrías elegir yuxtaponer dos planetas, permitiendo a tus fuerzas de tierra moverse fácilmente entre sistemas, u obstaculizar el viaje de tus oponentes colocando planetas junto a vacíos. Podrías posicionar tus fuerzas para tomar inmediatamente un objetivo en el primer turno, para recoger equipo útil de varios mundos, o para destruir una instalación enemiga. Por encima de todo debes tener la precaución de colocar los objetivos de tus oponentes donde les sea más difícil reclamarlos -lejos de su sistema propio y muy dentro de territorio enemigo.


Aquí, los Marines Espaciales comienzan el juego estableciendo sus sistema propio. Coloca objetivos Eldar y del Caos dentro de él, provocando que esas facciones le ataquen. El jugador Eldar coloca una loseta y establece presencia militar cercana, planeando claramente asaltar pronto el sistema de los Marines Espaciales. No queriendo poner las cosas demasiado fáciles a los Marines Espaciales, el jugador Eldar coloca fichas de objetivo Orco y Marines del Caos en su territorio.

El último paso en crear el cúmulo Herakon es colocar las tormentas de disformidad entre sistemas. Nada se puede mover a través de la tormenta de disformidad, así que aquí tienes la oportunidad de bloquear a un oponente en su propio territorio, previniendo que alguien reclame un objetivo rápidamente, o protegiendo temporalmente uno de tus sistemas ocupados de un ataque.


Órdenes secretas en la niebla de la guerra

Con las extensiones del cúmulo Herakon situadas ante ti, la posición de tus enemigos conocida y los objetivos de tu facción claros, emites tus primeras órdenes. Tienes cuatro órdenes para elegir: puedes crear estrategias y mejorar tus cartas de combate, dominar un sistema que ocupes para cosechar equipos de él, desplegar para comprar nuevas unidades, naves y estructuras, o avanzar tus fuerzas a otro sistema y atacar. Futuros avances hablarán de cada una en detalle.



Cada jugador emite cuatro órdenes secretas por turno, colocando fichas de órdenes boca abajo en el sistema donde tendrá efecto. Las órdenes de avance deben ser colocadas en el sistema de destino y solo puedes emitir una orden dos veces. Las fichas de órdenes a menudo forman pilas y mientras los jugadores se turnan ejecutando sus órdenes, la orden que está más arriba de una pila debe ejecutarse antes que las que están debajo.

Los otros jugadores saben donde se han emitido tus órdenes, pero hasta que sean activadas, no saben que órdenes son. Siempre estás determinando tus futuros movimientos dentro de la niebla de la guerra, adivinando las acciones de tus oponentes. Esto, no obstante ofrece algunas ventajas. Puedes colocar una ficha de orden en un sistema cercano como una estratagema, engañando a tu oponente y haciéndole pensar que atacarás, para luego elegir no ejecuta esa orden. También puedes colocar a propósito tu ficha sobre la de un oponente, de tal manera que no podrá ejecutar esa orden hasta que primero tú ejecutes la tuya.


Aquí, el jugador de los Marines Espaciales ha colocado cuatro fichas de órdenes en su sistema propio, sugiriendo que va a dominar, crear estrategias y/o desplegar con el objetivo de desarrollar sus fuerzas y recursos este turno. Pero en lo más alto de la pila, el jugador Eldar ha colocado dos de sus fichas de órdenes. Al menos una es probablemente una orden de avance, lo que indica que va a atacar al jugador Marine Espacial antes de que pueda construir más unidades. Mientras tanto, la ficha del jugador Orco sugiere que tiene intención de avanzar al sistema adyacente e intentar reclamar un objetivo durante este turno.

Planificando y desplazando tormentas de disformidad

Una vez que los recursos han sido cosechados, las fuerzas avanzan y se libran las batallas, los jugadores roban las cartas de eventos que controlan como se muevan las tormentas de disformidad. Los eventos ofrece a los jugadores maniobras sorpresivas, pero solo puedes resolver el texto de una carta de eventos si jugaste la orden de crear estrategias o elegiste no ejecutar una orden que colocaste. Los eventos titulados "Táctica" suceden cuando la carta se roba y te ayudan a posicionarte mejor para el siguiente turno, mientras que las cartas "Plan" se conservan para ser jugadas en un momento adecuado en el futuro.




Dependiendo de lo que el diagrama de la carta mande, las tormentas de disformidad pueden rotar en el sentido de las agujas del reloj o en el sentido contrario a las agujas del reloj, o deslizarse vertical u horizontalmente. Cada jugador elige una tormenta de disformidad para desplazar y cada tormenta puede ser desplazada una vez. Una tormenta de disformidad podría ser colocada para proteger unidades en una posición vulnerable o algunos jugadores pueden conspirar y mover sus tormentas de disformidad para prevenir que un oponente reclame un objetivo cercano durante la próxima ronda. Usadas inteligentemente, las tormentas de disformidad pueden ser tan poderosa arma como cualquier carta de combate en tu mazo o unidad en tu ejército.

Prepárate para la guerra

Dentro de un único turno de Forbidden Stars, las riquezas de un mundo entero pueden ser recolectadas. Fábricas, ciudades y bastiones pueden ser construidos, ejércitos y flotas alistadas y desplegadas. Sistemas pueden ser invadidos y planetas ocupados, y legiones pueden conquistar una gloriosa victoria o sucumbir a una horrenda muerte en batalla mientras naves estelares hacen llover la destrucción sobre un mundo antaño prístino. Aún así ese es solo el comienzo de una guerra cruenta para gobernar el cúmulo Herakon.

Seguid jugando

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